jueves, 29 de mayo de 2008

La "madre de los peces" tiene 380 millones de años


La mamá más anciana de la Tierra, un pez con una antigüedad estimada de 380 millones de años, fue descubierta en la costa noroeste de Australia, todavía con su embrión sujeto por el cordón umbilical, reveló la revista británica Nature.
El fósil, llamado "Materpiscis attenborough", no es sólo el primer embrión fósil hallado con su cordón umbilical, sino también la criatura más antigua en dar a luz.
Este tipo de nacimiento, en el que el pez alumbra a un pequeño que ya ha sido formado (vivíparo) y no a un huevo, se asemeja a las prácticas actuales de reproducción de algunas especies como los tiburones y las rayas, según el estudio publicado este jueves en la edición semanal de Nature.
"El hallazgo es claramente uno de los más extraordinarios jamás realizados de un fósil y modifica la comprensión sobre la evolución de los vertebrados", indica a la AFP John Long, responsable del departamento de Ciencias del Museo australiano Victoria y codescubridor del espécimen.
Long y sus colegas Kate Trinajstic, Gavin Young y Tim Senden se quedaron estupefactos al constatar este proceso de reproducción en un pez tan antiguo, que hizo retroceder de 200 millones de años la primera prueba de reproducción vivípara.
"Esto nos demuestra que la reproducción vivípara se produjo al mismo tiempo que la puesta de huevos, y que estos mecanismos evolucionaron a la par, en vez de sucesivamente", explica Trinajstic.
El descubrimiento del embrión y del cordón umbilical en la "mamá pez" ofrece el primer ejemplo de fertilización interna, es decir, de penetración sexual, según el estudio.
El fósil de 25 cm de longitud pertenece a un grupo de vertebrados llamados placodermos, que habitaron los mares en el periodo Devoniano y deben su nombre a su coraza de placas dérmicas.
Hace entre 350 y 420 millones de años, fueron los grandes depredadores, de allí que se les conozca como los "dinosaurios del mar".
El fósil hallado en Australia es una criatura extraordinariamente bien conservada, que contiene un embrión único conectado por un cordón calcificado.
Embrión y cordón podrían haber pasado desapercibidos, escondidos en su caparazón de hueso y piedra, cuando una última "duda" asaltó a los investigadores.
"John y yo estábamos a punto de clasificar el pez, cuando decidimos hacer un último baño de ácido para ver si podíamos despejar mejor su hombro", recuerda Trinajstic, de la Universidad de Crawley.
Una decisión arriesgada: unas gotas de ácido de más y "el conjunto habría quedado reducido a migas".
"Cuando lo retiramos del baño, el embrión estaba allí, tan bien preservado que no podía tratarse de otra cosa", relata esta profesora.

jueves, 8 de mayo de 2008

El genoma del ornitorrinco, un eslabón de la evolución


SIDNEY, Australia (Reuters) - El ornitorrinco australiano, un animal que pone huevos y tiene pico como las aves, pero está cubierto de pelos y tiene membranas en las patas, es una mezcla de ave, reptil y mamífero, según su mapa genético.
Un grupo internacional de científicos difundió el jueves la compleja secuencia genética del ornitorrinco, afirmando que ayudará al estudio de la evolución humana, sobre todo al desarrollo del sistema inmune, nervioso y reproductivo.
"Es probablemente la secuencia genética más esperada desde el genoma del chimpancé, debido a que los ornitorrincos son muy extraños," dijo Jenny Graves, directora del Comparative Genomics Group en la Australian National University.
"Compararnos con el ornitorrinco significa que podemos decir algo sobre nuestro antecesor común, que fue uno de los primeros mamíferos, así que eso significa que podemos hacernos preguntas sobre qué nos sucedió a los mamíferos," señaló Graves, después de un informe sobre el genoma del ornitorrinco, que fue publicado en la revista Nature.
El ornitorrinco representa una rama precoz del linaje de los mamíferos, situada 166 millones de años atrás, proveniente de antecesores primitivos que tenían características de reptiles y mamíferos.
Cuando el ornitorrinco fue descubierto por científicos británicos, éstos pensaron que era un broma de los australianos, que habían colocado un pico y unas patas de ave en una criatura similar a una nutria.
El ornitorrinco está clasificado como un mamífero porque produce leche, amamanta a sus crías y está cubierto por pelo, aunque cuenta con patas de ave o de reptil y los machos tienen un espolón venenoso en las extremidades traseras, al igual que algunos reptiles.
CLAVES DE LA EVOLUCION HUMANA
El estudio de la revista Nature analizó el genoma de una hembra llamada Glennie. Su secuencia contenía unos 18.500 genes, al igual que otros vertebrados.
Los investigadores encontraron los genes responsables de la lactancia, de la reproducción por huevos y de la producción de veneno, que evolucionaron desde genomas de reptiles ancestrales.
"Ves genes que parecen de reptil, genes que son como los de los pájaros y otros que asemejan a los de los mamíferos. Es una imagen alucinante," afirma Rick Wilson, director del Centro del Genoma en la Universidad Washington de Saint Louis.
"La fascinante mezcla de características en el genoma del ornitorrinco proporciona muchas pistas sobre la función y la evolución de los genomas de los mamíferos," dijo en una entrevista Wilson, quien dirigió el estudio publicado en la revista Nature.
El ornitorrinco nada con los ojos, la nariz y los orificios nasales cerrados, confiando en un sistema electrosensorial para captar los campos electromagnéticos emitidos por los depredadores.
Además los científicos han descubierto que tiene la capacidad de detectar olores bajo el agua, que se debe a genes, que también están presentes en perros y roedores.
Cuando los investigadores compararon el genoma del animal con el del hombre, el del ratón, el de perro, el de la zarigüeya y el del pollo, descubrieron que comparte cerca de un 82 por ciento de su genes con estos animales.
"Nos enseña mucho sobre una parte de la biología que podían tener algunos de nuestros primeros ancestros comunes, en términos de sistemas inmunológicos y de las funciones primitivas de los sistemas nerviosos," dijo Wilson.
"Si verdaderamente se quiere entender por qué los seres humanos son o no son resistentes a ciertos tipos de agentes infecciosos (...) entonces hay que entender sistemas rudimentarios como pájaros, reptiles o monotromos como el ornitorrinco," agregó.
Científicos dijeron que los cromosomas sexuales podrían ayudar a estudiar cómo se determina el sexo de los mamíferos y la infertilidad en los humanos. El animal tiene 10 cromosomas sexuales, 5 masculinos y 5 femeninos. Los humanos sólo tienen uno de cada tipo.
Investigadores de la Escuela de Medicina en Stanford University, en California, dijeron que el genoma del ornitorrinco, que a diferencia de otros mamíferos tiene testículos internos, les permitiría estudiar dos genes que llevan los testículos al escroto en la mayoría de los mamíferos.
Ellos dijeron que este proceso podría explicar por qué los testículos de un 30 por ciento de los niños prematuros no descienden apropiadamente. (Traducida por Servicio Online de Madrid; Editado por Ricardo Figueroa)